Un sueño

Según cuenta ella, un hombre robusto de tez oscura, se le había aparecido esa misma noche. Ella yacía descifrando caritas en las nubes, tumbada en un prado de amapolas blancas. Él, acostándose junto a ella, mientras le acariciaba el pelo, le susurró al oído que era Él y por el bien de la familia, la encomendaba tal misión.

Tenía que ocurrir esa misma mañana, antes de las dos del mediodía y sobre todo era muy importante que para liberarlo, la muerte le abriera la piel.

Cogió el cuchillo de cortar pescado y se dispuso, enfundada en su camisón de raso con puntilla dorada.

Unos niños del barrio la vieron, y dijeron a la policía que habían visto a una bruja desplazándose sin tocar el suelo, afilando con sus dientes una larga uña mientras gritaba “libertad” hacia el cielo en dirección al campo de fútbol. Por supuesto no les hicieron caso, y para cuando llegaron había matado a las cinco personas que se le habían cruzado de camino.

Era época de cerezas.

El abuelo iba al campo de fútbol todos los domingos, los sábados al mercado. Alarmado por el jaleo de las personas que asistían al macabro espectáculo, al bajar del autobús fue directo para allí. Al ver a su mujer amenazando a los agentes  envuelta en danzas líricas, soltó las bolsas de la compra de sus manos y cinco quilos de cerezas se esparcieron milagrosamente entre la arena; ella, al verle, corrió hacía él a tal velocidad que despegó impulsada por los piñones de las cerezas que explotaban bajo su peso; el golpe en la cabeza fue tan tremendo que perdió el conocimiento al acto. Cuando quedó su cabeza sumergida en un charco de sangre, se atrevieron a acercarse. Nunca encontraron el arma.

Acerca del éxito

Ni un solo átomo de Carbono de tu cuerpo desea algo malo para ti, estoy segura.

En una sociedad de consumo, dentro de un marco de sistema capitalista, el éxito personal se suele medir por factores económicos ligados a logros empresariales. Quiero referirme en este artículo de opinión a un concepto de éxito más amplio, comprendiendo que la vida profesional forma parte de la personal y  pueden realimentarse.

Por amor ciego y lealtad a la familia de origen, muy a menudo inconscientemente, arrastramos lastres con los que nos auto imposibilitamos sentir felicidad, pensando que si hacemos algo distinto a lo que se espera de nosotros, seremos expulsados del clan. Si parte de la felicidad nace de la realización personal, esta puede significar una auténtica revolución dentro del seno familiar. Es comprensible que busquemos el apoyo de nuestros seres queridos; la buena noticia es que como personas adultas no necesitamos su consentimiento para hacer lo que nos dé la gana, podemos hacer lo que nos plazca sin su bendición. Eso sí, hace falta mucho valor y llevar muy bien el sentimiento de culpa para hacer algo diferente a lo que el grupo al que pertenecemos nos exige.

Estoy convencida de que el universo entero quiere que te realices. Es más, a nivel instintivo, también tu familia lo desea, pues es gracias a ella que la semilla del buscador (lo que te incita a plantearte algo peculiar) vive en ti! La vida (con todo tu potencial) te llegó a través de tu familia, no importa como sea tu relación con ella. Sientes dentro de ti que lo necesitas porqué el linaje al que perteneces lo precisa,  para aportar nuevos horizontes  a  la historia de tu árbol genealógico. Renovarse o morir.

Cuando dedico mi tiempo a desarrollarme como ser humano, involucro mi creatividad, me cuesta suficiente esfuerzo como para ampliar mis limites y disfruto haciéndolo, es cuando tengo un éxito completo y entonces, si gano mucho dinero y mi empresa prospera es porque lo hago muy bien, es una consecuencia no un fin o un medio. Muy probablemente es una actividad que beneficia socialmente de algún modo. Esa satisfacción es inmediata, libre del reconocimiento de los demás,  catalizadora de las victorias del futuro. Entonces da igual la edad que tengo, mi género u orientación sexual, a qué me dedico, si medito, hago deporte, visto a la moda, tengo pareja, hijos o una casa en el campo.

El éxito como triunfo del ser.