Después de tiempo, distancia y silencio, surco el mar.
Encontrada la llave, abro el momento de zarpar.
A bordo del navío invisible del sentido: rumbo natural…
No alcanza la mirada, ni el horizonte acaba
donde empieza la libertad,
la libertad.
Pasajeros del viento
compartiendo sueños
pincelan historias
descubren secretos.
¿Quién conoce el misterio de la encrucijada donde nos queremos?
A bordo del navío invisible del sentido: rumbo natural.
No alcanza la mirada, ni el horizonte acaba
donde empieza la libertad,
la libertad…